la Osteria

La Osteria es el nido del águila heráldica de la bandera de Friuli que despliega sus alas para ir a descansar. Es un hogar donde las frágiles almas de los hombres van a esconderse.
En la Osteria, hoy, ciertamente hay que entrar con la mascarilla puesta, pero ahí es donde se cae la máscara, la que no cubre, la que todos llevamos hasta la tercera copa.
En la Osteria se cae el "quién eres" y se levanta el "qué dices" en un equilibrio que deja caer los malentendidos, haciéndonos a todos iguales ante los ojos del Oste, pequeños y frágiles como nuestras blasfemias.
La Osteria es teatro, donde se dominan los movimientos y los espacios, donde las pausas son más importantes que las palabras, donde tú interpretas, como en la vida, un papel para ser visto por alguien, pero nunca descubierto en tu intimidad.
Vamos al teatro no para ver a alguien actuar, sino porque el trabajo del actor es recordarnos cada día lo mucho que estamos actuando y, por eso, si nos miran en la platea desde el escenario nos da vergüenza. La misma vergüenza que sentimos al oír nuestra voz grabada.
El Oste es como el Minos de Dante, que amarra con su cola según los pecados y te manda al círculo al que perteneces. Sólo que las rondas a las que se refiere el Oste no son rondas de la cola...
La Osteria es el alma de un Friuli que lucha contra su miedo, donde le gustaría ser observado para no tener que esforzarse en explicarse. Ahora el tiempo está suspendido.
Acordémonos, cuando el tiempo vuelva a sonar, de salir a salvar ese presidio del alma que representa la Osteria, y de hacerlo a partir de ahora mismo.
El vino se encargará del resto.

Matteo Bellotto